• Inicio
• Calidad del Aire
  • Introducción
  • Datos de la Red de Vigilancia
  • Descripción de la Red
  • Contaminantes
  • ¿Qué es el ICA?
  • Evolución del ICA hoy
  • Predicciones de Calidad del Aire
  • Marco Legislativo
  • Objetivos de Calidad del Aire
  • Recomendaciones
  • Documentos de Interés
  • Convenios
  • Encuesta de calidad
• Campos Electromagnéticos
  • Introducción
  • Red de Vigilancia EMR
  • Descripción de las medidas
  • Conceptos básicos
  • EMR y teléfonos móviles
  • EMR y salud
  • Normativa
  • Documentos de Interés
• Meteorologia
  • Red de observacion
  • Predicciones del tiempo
  • Valores climatológicos de A Coruña
• Ruido
  • Introducción
  • Marco de Referencia
  • Objetivos de Calidad Acústica
  • Mapa de Ruido
  • Red de Vigilancia
  • Zonas Protegidas
  • Documentos de Interés
• Olores
  • Introducción
  • Marco de Referencia
  • Mapa de Olores
  • DOMO
  • Documentos de Interés
• Visor Ambiental
• Enlaces de Interés

CONCEPTOS BÁSICOS

Campos electromagnéticos

Los campos eléctricos y magnéticos son fenómenos naturales que han estado presentes en nuestro medio ambiente desde siempre, sin embargo, en los últimos años, la exposición ambiental ha aumentado de forma continua debido a, entre otros,  la creciente demanda de electricidad, el constante avance de las tecnologías y los cambios en los hábitos sociales, que han generado más y más fuentes artificiales de campos electromagnéticos. Todos estamos expuestos a una combinación compleja de campos eléctricos y magnéticos débiles, tanto en el hogar como en el trabajo, desde los que producen la generación y transmisión de electricidad, los electrodomésticos y los equipos industriales, a los producidos por las telecomunicaciones y la difusión de radio y televisión.

Los campos electromagnéticos se definen como radiación, que es equivalente a decir que es energía transmitida por ondas. Son una combinación de ondas eléctricas y magnéticas que se desplazan simultáneamente. Se propagan a la velocidad de la luz, y están caracterizados por una frecuencia y su correspondiente longitud de onda; estas dos características están directamente relacionadas entre sí: cuanto mayor es la frecuencia, más corta es la longitud de onda.

La frecuencia es el número de oscilaciones de la onda por segundo, que se mide en hertzios (ciclo por segundo), y la longitud de onda es la distancia entre una onda y la siguiente (en mm, en cm, etc.,).

Radiación electromagnética: radiaciones ionizantes y no ionizantes

Se denomina radiación electromagnética a la propagación de campos electromagnéticos mediante ondas a partir de una fuente. Esta denominación comprende distintos tipos de emisiones, dependiendo de la frecuencia de dichas ondas, incluyendo las ondas empleadas en radiocomunicación (denominadas emisiones radioeléctricas), los rayos infrarrojos, la luz visible, la ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma (producidos por la materia radiactiva).

La diferencia fundamental entre unas radiaciones electromagnéticas y otras es su frecuencia, es decir, su localización en el espectro electromagnético; cuanto más elevada es su frecuencia mayor es la cantidad de energía que transporta la onda.

El espectro electromagnético representa la distribución energética (distribución de frecuencias) del conjunto de las ondas electromagnéticas. En la figura siguiente se ofrece una clasificación de las radiaciones electromagnéticas en función de la frecuencia de las ondas, identificando las principales fuentes de emisión de las mismas.

Existen diferencias fundamentales entre los distintos tipos de radiaciones según su localización en el espectro electromagnético, que abarca un rango enormemente amplio de frecuencias y sus efectos sobre la materia y los sistemas vivos.

Las radiaciones de frecuencias muy altas, como los rayos X y gammas, poseen una energía capaz de producir ionización, esto es, ruptura de uniones químicas. Por ello, este tipo de radiaciones se denominan ionizantes y sus efectos negativos sobre la salud están claramente establecidos. Las radiaciones ionizantes están presentes en los rayos gamma producidos por materiales radioactivos, en los rayos X o en la radiación ultravioleta de alta frecuencia.

Las radiaciones de frecuencia más bajas, como las microondas y radiofrecuencias en las que operan los sistemas de telefonía móvil, son demasiado débiles para romper uniones químicas, por lo que se las denomina radiaciones no ionizantes, y su interacción con los sistemas vivos es distinta a las de las ionizantes. Las radiaciones no ionizantes pueden producir efectos térmicos sobre el organismo, capaces de aumentar la temperatura corporal. No obstante, los niveles a los que normalmente están expuestas las personas son mucho menores que los necesarios para producir un calentamiento significativo. Las fuentes de los campos electromagnéticos generadas por el hombre que constituyen una parte fundamental de las sociedades industriales (la electricidad, las microondas y los campos de radiofrecuencia) están en el extremo del espectro electromagnético correspondiente a frecuencias bajas y no son capaces de romper enlaces químicos.