El Dispositivo de Olores Molestos de A Coruña, denominado mediante el acrónimo DOMO, es un grupo de personas cuya actuación conjunta y coordinada permite detectar, investigar y documentar los episodios de olor que tienen lugar cualquier día del año en cualquier zona poblada del término municipal.
Se considera un episodio (o evento) de olor, aquella situación de contaminación por olor de origen industrial que afecta de forma significativa a la ciudad, tanto por su intensidad como por la extensión de territorio afectado.
El dispositivo emplea la nariz humana como sistema de detección, permitiendo evaluar de modo científicamente contrastado y basado en métodos internacionales la sensación subjetiva percibida por los ciudadanos y proporcionar información para la toma de decisiones, como posibles mejoras en las instalaciones y cambios en prácticas operativas, así como información de base para la elaboración de la legislación de olores futura y para las labores de inspección por parte del municipio.
En cuanto a su ámbito de actuación, el DOMO opera tan solo ante la presencia de olores de provocados por la industria que afectan a una parte significativa de la población. No es objeto de este dispositivo analizar y registrar problemas de olores de entidad menor, tales como los provenientes de locales de hostelería, viviendas, suciedad en las calles, etc.
Para que el dispositivo proporcione las debidas garantías en la detección y medición de olores, es necesario que las personas que lo integran tengan una sensibilidad olfativa específica, una estabilidad determinada y una adecuada formación. Por ello, se preseleccionó a un grupo de 55 personas, que se sometieron a las pruebas de calibración olfativa.
Dentro del DOMO pueden distinguirse tres grupos de personas con funcionalidades diferentes:
- Los ciudadanos alarma: Son personas calibradas cuya labor profesional no se encuentra directamente relacionada con el medio ambiente pero de forma voluntaria conforman una red de alerta que avisa de cualquier evento de olor que se produzca en la ciudad.
- Los panelistas de olores: Se trata de personal calibrado que reliza su labor profesional en el campo de la protección ambiental y que acude a las zonas afectadas cuando ocurre un episodio de olor, redactando un informe para remitir a las empresas causantes.
- Los ciudadanos en general: Cualquier ciudadano que detecte un olor y lo pone en conocimiento del dispositivo.
El sentido del olfato de los candidatos a formar parte del DOMO se evaluó de forma científica, de conformidad con la metodología y criterios establecidos en la norma UNE EN 13725: Calidad del aire. Determinación de la concentración de olor por olfatometría dinámica.
Este proceso se llevó a cabo en la sede de la Policía Local, en la que se acondicionó un aula para este propósito, con buena circulación de aire para evitar cualquier tipo de interferencias con otros olores. Con carácter previo, se comunicó a los aspirantes la obligación de observar unas normas básicas durante el proceso, de forma que este sea lo más objetivo posible (no usar perfumes o lociones intensas, no fumar, comer o beber desde una hora y media antes de las pruebas, etc).
Cada aspirante fue sometido a tres sesiones de calibración en tres días no consecutivos. Cada ronda de pruebas estuvo integrada por cuatro candidatos que se sentaron ante un olfatómetro y registraron mediante un pulsador los instantes en que detectaron en la corriente gaseosa expulsada por las boquillas del olfatómetro la presencia del gas utilizado como patrón (n-butanol). La concentración de gas en las muestras ofrecidas a los candidatos se varió mediante un sistema informático permitiendo, al final de las pruebas, disponer de un conjunto de trece series de datos por persona utilizados para calcular el umbral individual de detección del n-butanol.
El análisis final de los resultados permitió seleccionar a aquellas personas que cumplen los criterios de sensibilidad y de reproducibilidad de la respuesta establecidos por la norma UNE EN 13725, que son los siguientes:
- - El promedio del umbral de detección del mismo debe situarse en el rango de 20-80 ppb(v/v) de n-butanol (el valor medio del umbral de detección de n-butanol en Europa es de 40 ppb(v/v).
- - La variabilidad de la detección debe ser inferior a 2,3 ppb(v/v)
Estas condiciones indican que el panelista tiene un olfato medio, lo que le convierte en representativo del promedio de la población. Además, su capacidad olfativa es estable, pues la variación en la detección de la sustancia de referencia es aceptable.
De las 55 personas sometidas a las últimas pruebas, resultaron dentro de estos parámetros 28, que pasan a formar parte del DOMO. A todas ellas les fue expedido un certificado de sensibilidad olfativa en el que constan los resultados obtenidos tras el proceso de calibración. Este certificado, expedido por un laboratorio acreditado por ENAC para la realización de este tipo de calibraciones conforme a la norma UNE EN 13725, avala el cumplimiento por parte de su titular de los requisitos olfativos establecidos por la norma técnica para la realización de determinaciones de olor por olfatometría dinámica.
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